Como la luz es la manifestaci�n f�sica b�sica de la vida, que ba�a a toda la creaci�n con su resplandor, es muy importante darnos cuenta, al menos en parte, de la naturaleza sutil de esta substancia divina. Aquello que es llamado luz, es en realidad un modo de vibraci�n que causa ciertas reacciones sobre el nervio �ptico. Pocas personas se dan cuenta de c�mo estos est�n amurallados por las limitaciones de las percepciones de los sentidos. No s�lo hay m�s luz de la que cualquiera haya visto, sino que tambi�n hay formas desconocidas de luz que ning�n equipo �ptico podr� registrar. Hay un sinn�mero de colores que no pueden ser vistos; tambi�n hay sonidos que no se pueden escuchar, fragancias que no se pueden oler, sabores que no se pueden probar, y substancias que no se pueden sentir. Por lo tanto, el hombre est� rodeado por un universo supersensible del cual �l no conoce nada porque los centros de la percepci�n del sentido que est�n dentro de �l no han sido desarrollados suficientemente para responder a los modos m�s sutiles de vibraci�n de los cuales ese universo est� compuesto.
Llamamos Canto Arm�nico al sonido que resulta de hacer "resonar" nuestra voz propia en el exacto punto medio entre los o�dos: es decir el o�do interno. Esta energ�a activa la fibra �ptica en el centro del cerebro produci�ndose as� una verdadera uni�n entre la luz y el sonido, la uni�n de los dos hemisferios, que puede dar paso a la visi�n y a la escucha global. Tu Sonido
Yo s� que llegaste en las ondas del aire,
que tu Verbo agit� mi esp�ritu,
y soy eco de luz.
Al principio fui mar
en el oscuro firmamento.
Tu soplo acarici� mis olas,
ces� el canto de las sirenas
y tu lira calm� la fiera de las aguas.
Tu voz es n�mero y color,
es la materia viva que brota de tus labios,
densidad de tu pensamiento.
Amaneci� en mi o�do
el sonido de mi geometr�a
oscilando del Mi al Do,
con la frecuencia aguda del tono de la madre
en su interior oc�ano.
Las cinco vibraciones de tu flaut�n ancestral
derriban las murallas de la carne.
Los nombres escondidos redoblan en mi coraz�n.
Soy un peque�o acorde del salmo universal
repitiendo las silabas del cosmos
en el concierto creador.
La m�sica del alma
alcanzar� el silencio con el �ltimo grito.